FEHM y ACH han recibido con decepción y estupefacción el plan de desescalada anunciado ayer por el Gobierno de España. Los establecimientos hoteleros que se mantienen sin actividad, desde el pasado 19 de marzo en base a la Orden SND/257/2020 que declara la suspensión de apertura al público de los establecimientos de alojamiento turístico, han manifestado en diversas ocasiones lo que incluso los propios gobiernos, central y autonómico, han reconocido: que el sector turístico va a ser de los últimos en recuperarse por el grado de afectación y por todas las circunstancias coyunturales que exceden el ámbito nacional.
El plan de desescalada no resuelve en absoluto cómo proceder a la apertura de establecimientos hoteleros. Las condiciones en las que lo plantea son inviables, aunque den una falsa impresión “de vuelta a la nueva normalidad”. Si bien ya son complejas de por sí en el territorio peninsular, tal como ha manifestado la patronal nacional CEHAT, es mucho peor en el caso del archipiélago balear “donde dependemos absolutamente de las llegadas por vía aérea y nuestros mercados emisores mayoritarios proceden de países europeos. Somos la comunidad autónoma más afectada del territorio español.”
Aunque se apueste en primera instancia por captar mercado local y nacional, en el caso de las Islas Baleares seguimos en clara desventaja por no tener la facilidad de transporte terrestre que tiene la península. Además, a falta de ver concretado en el BOE lo que anunció el presidente Sánchez ayer, todos los factores nos juegan en contra. Por el momento no se cuenta con:
▪ Conectividad aérea dado el cierre de los aeropuertos y las restricciones que operan en cada país sobre vuelos internacionales.
▪ Los protocolos únicos a nivel nacional que deben resultar del trabajo que, con el beneplácito de la Secretaría de Estado de Turismo, está desarrollando el ICTE para 22 grupos de actividad integradas en la cadena de valor turístico, para su posterior aprobación por el Ministerio de Sanidad y después la convalidación y reconocimiento en la UE.
En la parte referida a las especificaciones técnicas de alojamiento, la FEHM participa activamente en el grupo de trabajo. “No se entiende que, sin contar con esa seguridad, de una labor que está en proceso y la administración es plenamente consciente de ello, se plantee la apertura parcial de establecimientos hoteleros”.
▪ Desde las patronales hoteleras se ha reivindicado a todos los niveles la necesidad de garantizar la supervivencia de las empresas para que puedan generar actividad y empleo, tan pronto como sea posible, en función de las condiciones sanitarias y de mercado. Para ello, una de las medidas esenciales es que las empresas del sector turístico puedan extender los beneficios aplicables durante el periodo de fuerza mayor más allá de que se levante el estado de alarma. Es imprescindible que las bonificaciones de la seguridad social se puedan extender hasta que se recupere la actividad, mientras existan restricciones, no sólo legislativas sinó de hecho.
“Ya se han habilitado las medidas de protección para los trabajadores, los hemos incluido en los ERTE pero seguimos sin tener garantizada la protección a las empresas incluso a pesar de los acuerdos marco alcanzados entre patronales y sindicatos tanto a nivel nacional como en las Islas Baleares. Pensamos que se siguen las negociaciones con el Ministerio de Trabajo, pero desconocemos cómo evolucionan y qué barreras existen porque se esperaba que ya ayer se anunciaran estas medidas tras el Consejo de Ministros. No atenderlas sería una irresponsabilidad suprema porque, por mucho que queramos evitarlo, se va a destruir tejido empresarial si no se ayuda a las empresas. Quizá nos encontraremos pronto que en lugar de ERTES habrá ERES e incluso habrá quien no tenga otra opción que declarar el pre-concurso de acreedores.”
▪ Estamos en una situación en que las empresas tenemos que soportar una carga impositiva sin ingresos e incluso las que habían iniciado su actividad y la tuvieron que suspender tienen cargas adicionales, porque han prestado servicios e incurrido en costes que no han visto compensados porque algunos TTOO no han realizado los debidos pagos. “Esto es una reacción en cadena, si no nos pagan no podremos pagar a nuestros proveedores. Por eso hay que reducir carga tributaria y no solo aplazar sino condonar”.
▪ Además, hay que flexibilizar y tener ayuda de las entidades financieras, con periodos de carencias de 12 meses en la amortización de capital de las deudas hipotecarias y posibilidad de financiación.
▪ Antes de abrirnos a la recepción de visitantes “tenemos que estar seguros como ciudadanos y adoptar otras medidas sanitarias como la realización de test masivos a plantillas, clientes y proveedores que, sin duda, contribuirían a garantizar que somos un destino seguro. No se trata de acelerar por acelerar ni ralentizar por ralentizar, se trata de ser efectivos en la toma de decisiones incorporando, ahora ya, una visión multisectorial por la interrelación sanidad-economía”.
Los presidentes de la FEHM y ACH, María Frontera y Gabriel Llobera, consideran que “arrancar la locomotora de la economía de Mallorca requiere herramientas en el plano sanitario, laboral y económico, medidas consensuadas y más participación de los sectores para ayudar a la toma de decisiones con una perspectiva amplia y de conocimiento que puede aportarse desde la realidad empresarial. Este plan de desescalada genera una enorme confusión. Queremos abrir, generar actividad y economía, pero en condiciones seguras y asumibles y no con improvisación, descoordinación y sobre unas bases de actuación que no son viables”.
Por eso, la FEHM y ACH insisten en la importancia de saber cómo proceder a esa apertura y hacerlo en condiciones antes que cuándo hacerlo. “Hay que proteger al sector y plantear una desescalada real y efectiva en base a restablecer la confianza y eso, sólo será posible, si se trabaja de forma coordinada, en paralelo, con visión europea, con medidas de seguridad reconocidas y validadas entre las partes involucradas (actores, gestores y usuarios) y con test masivos mientras estemos a la espera de la llegada de la vacuna o de tratamientos para el coronavirus ya que no se va a erradicar y habrá que convivir con él”.
