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El impuesto de envases balear castiga los productos de primera necesidad y de consumo turístico

La FEHM participa en una rueda de prensa junto al sector empresarial afectado por impuesto


La FEHM ha participado, junto con representantes de la distribución comercial, la industria alimentaria y de bebidas, la hostelería y el reciclaje, en una rueda de prensa para rechazar el nuevo impuesto sobre envases que está tramitando del Govern de les Illes Balears.

Concretamente han estado presentes, como se muestra en la fotografía, EL CORTE INGLES, COBEGA, ASODIB, SALAS DE FIESTAS, LIDL, IKEA, EROSKI, IKEA, BODEGAS Y ENVASADORES DE VINO, MERCADONA, ECOEMBALAJE y ECOVIDREO, Restauració CAEB Mallorca, FIAB, CAEB, ASEDAS, ACES, ANGED y la Confederación Española de Comercio.

La industria advierte que el impacto del nuevo impuesto puede suponer el cierre de hasta 200 locales y la pérdida de más de 500 puestos de trabajo, además de dañar la competitividad de las empresas baleares, que se situarán en "clara desventaja" frente al resto.

Este impuesto no tiene como finalidad la protección del medioambiente, un objetivo compartido por las empresas del sector, sino que es un "castigo fiscal" y pretende "corregir" el déficit público de las islas a costa de penalizar los productos básicos de alimentación y de consumo turístico, aquellos que compran todos los días las familias y los turistas de las islas.

Además, el "castigo fiscal" y las cargas burocráticas asociadas a este tributo sitúan a las empresas de Baleares en una posición de desventaja competitiva que se traducirá en pérdidas de inversión y empleo. En primer lugar, sostiene la industria, este gravamen añade un incremento "injustificado" de los costes indirectos de las empresas en un momento económico extremadamente delicado. En segundo lugar, impone un entramado de cargas burocráticas (contabilidad, gestión, liquidación) que encarecen los costes de administración de los negocios.

Finalmente, con este impuesto el ejecutivo autonómico se desmarca de los esfuerzos de la Administración central para garantizar la unidad de mercado, simplificar y reducir el coste de las cargas administrativas. De hecho, el tributo sitúa en una clara desventaja competitiva a las empresas de las islas frente a las que operan en otros territorios, aseguran las empresas afectadas.

Los sectores afectados, añaden, han trabajado "intensamente" los últimos cinco años para buscar soluciones a la crisis y han afrontado cambios internos para ser más productivos, mejorar la oferta, mantener en la medida de lo posible el empleo y ayudar a la reactivación del consumo.

"Impuestos como el de envases o el nuevo tributo sobre grandes superficies, además de injustificados e insostenibles, neutralizan estos esfuerzos de las empresas para ser más competitivos y lastran la capacidad del tejido productivo para salir de la crisis", se ha indicado en la rueda de prensa.